Jan
Jan
Jan Calvario
Comparte el conocimiento adquirido al interior de distintas comunidades originarias a manera de acompañamiento de los procesos formativos de organizaciones en defensa del territorio y diversas temáticas sociales. La convicción de poner el arte al servicio del pueblo se manifiesta al impulsar una metodología de arte comunitario que, de manera colectiva y horizontal, socialice el arte adaptando este lenguaje a múltiples manifestaciones artísticas.
Actualmente colabora con la brigada multidisciplinaria talimalakatsikinan nakú (creando con el corazón) que opera en distintas geografías de México. Además, es miembro fundador de la cooperativa de textiles Puskat Nakú (mujer corazón). Apasionada y solidaria de la mano de las causas justas.
Jan Calvario
Comparte el conocimiento adquirido al interior de distintas comunidades originarias a manera de acompañamiento de los procesos formativos de organizaciones en defensa del territorio y diversas temáticas sociales. La convicción de poner el arte al servicio del pueblo se manifiesta al impulsar una metodología de arte comunitario que, de manera colectiva y horizontal, socialice el arte adaptando este lenguaje a múltiples manifestaciones artísticas.
Actualmente colabora con la brigada multidisciplinaria talimalakatsikinan nakú (creando con el corazón) que opera en distintas geografías de México. Además, es miembro fundador de la cooperativa de textiles Puskat Nakú (mujer corazón). Apasionada y solidaria de la mano de las causas justas.
Campaña gráfica narrativas vs la desaparición.
Nuestro lenguaje es la tinta y la rítmica de la línea, las calles nuestro mejor museo Materializar el dolor ajeno que se transforma en uno propio no es fácil; el colectivo “Madres en búsqueda” ha sido nuestros ojos; técnicas rudas, nuestra luz incendiaria; y nosotros, nosotras, sus manos, y es que en el camino vamos y nos encontramos entretejiendo esperanza.
El proyecto se plantea como hackeo visual y vandalismo cultural: las calles cotidianamente nos dicen cosas pero, ¿en qué momento nos hacemos inmunes a la injusticia y al desvanecimiento de la libertad?
A través de ocho narrativas visuales, esta campaña gráfica nos habla de la herida social que tenemos que atender. Respondimos, como trabajadores del arte, con gubia en mano y nos dimos cita para materializar desde distintas perspectivas, organizar el coraje por la injusticia y sacar la rabia con arte.
Y es que el arte es la mejor cura para transformar el dolor: hacemos eco de las frases en voz de l@s familiares que al unísono nos dicen ¡HASTA ENCONTRARLxS! Caminamos al lado de ellas y ellos.
Las imágenes de los carteles abordan la experiencia de la vida con la desaparición y su ardua y constante búsqueda, donde la ausencia es el vacío y un hoyo negro que nos succiona día con día.
En blanco y negro –crudos como la realidad– grabamos la memoria colectiva de estas personas que han sido víctimas de la violación a los derechos humanos; la indiferencia y el olvido no son opción y hacemos uso de estas múltiples narrativas para decirles a los culpables de estas atrocidades que nuestros dolores se han hecho fuerza.
Gracias a las y los compañeros que conjuntamos esfuerzos en este encuentro, en este lienzo de colores que nos hace latir juntas y juntos: Liliana Facio, Taller Barrio Gráfico (Puebla), Piromanía colectiva (Guadalajara), Aldair Martínez (Veracruz), Brigada de Arte Comunitario Talimalakatsikinan Nakú (creando con el corazón).